Óleo sobre tela, 80 x 120 cm , 2015
Juan Manuel Jaimes Roy
En esta naturaleza muerta, Jaimes Roy, construye una escena que dialoga con la historia del arte desde una mirada íntima y contemporánea. El título, “Frida, Fulang-Chang y yo”, establece un vínculo directo con la icónica obra de Frida Kahlo “Fulang-Chang y Yo”, recuperando no sólo su presencia en la imagen del libro abierto, sino también una dimensión autorreferencial: el “yo” que se sugiere en el reverso del cuadro dado vuelta, silencioso pero presente.
El conjunto de objetos —libros, perlas, vasijas, un retrato impreso, una cinta verde que cae como si fuera un lazo de recuerdo— construyen un escenario cargado de referencias cruzadas entre el mundo del arte, la intimidad del taller y lo autobiográfico. Como en toda buena naturaleza muerta, el tiempo parece suspendido. Cada elemento está dispuesto con precisión, invitando a ser leído como parte de un lenguaje simbólico.
El cuadro de espaldas, al fondo, una obra que no nos deja ver el autor , pero si apela al observador como una promesa o una ausencia que indaga en nosotros mismos, es lo que esta sin ser tangente. Mientras que la representación de Frida (acompañada por Fulang-Chang, su mono mascota) irrumpe, se transforma en una aparición dentro de la pintura: una cita directa, pero reinterpretada desde una sensibilidad actual.
Con una factura técnica impecable y una paleta sobria que remite a los grandes maestros, esta obra de Jaimes Roy no sólo homenajea a una figura central del arte latinoamericano, sino que también propone una meditación sobre la identidad, la memoria y la construcción del yo a través de las imágenes